El Departamento de Salud de Texas anunció el pasado lunes el fin del brote de sarampión que desde finales de enero enfermó a 762 personas en el estado. Según datos oficiales, no se han registrado nuevos casos en las zonas afectadas durante más de 42 días, lo que cumple con el criterio utilizado por las autoridades de salud pública para declarar concluido un brote. El último contagio relacionado se registró el 1 de julio.
Durante la crisis sanitaria, dos niños murieron a causa del virus y más de 100 personas fueron hospitalizadas. Los contagios estuvieron vinculados a brotes en Canadá y México, y en algunos casos se extendieron hacia otros estados del país.
La comisionada del Departamento de Salud de Texas, Jennifer Shuford, reconoció el trabajo del personal médico y de salud pública, subrayando que la vacunación, las pruebas de laboratorio, el monitoreo constante y la educación comunitaria fueron clave para contener uno de los virus más contagiosos del mundo.
Aunque el brote ha terminado, las autoridades estatales aseguraron que continuarán con la vigilancia epidemiológica para detectar posibles nuevos casos y reforzar la importancia de la vacunación.