Ciudad de México, 3 oct (EFE).- Millones de jóvenes en México enfrentan condiciones estructurales que dificultan romper los ciclos de pobreza, debido al rezago educativo, la precariedad laboral y la exclusión social, alertaron este viernes especialistas durante el foro virtual “Alternativas frente a la exclusión y el rezago educativo de jóvenes”.
“En México, hay 30,5 millones de personas jóvenes, de ellas casi la mitad, 14,4 millones son ‘jóvenes oportunidad’: 4,8 millones están fuera de la escuela y sin trabajo; 6,9 millones ya no estudian y tienen trabajo precario y 2,6 millones aún están en la escuela y viven en pobreza. En todos los casos son jóvenes con rezago educativo o sin estudios universitarios”, afirmó Esteban Álvarez, coordinador de la Alianza Jóvenes con trabajo digno.
Además, ocho de cada diez jóvenes en exclusión total son mujeres, la mayoría dedicadas a labores domésticas y de cuidados no remunerados, añadió el investigador.
Según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el 30 % de las personas de entre 15 y 29 años viven en pobreza, frente a un 26 % de los adultos de 30 a 64.
Entre las mujeres jóvenes, la cifra asciende a un 32 %. Aunque la pobreza general disminuyó en años recientes, el rezago educativo juvenil aumentó del 19 % al 27 % entre 2016 y 2024, lo que equivale a 8,2 millones de jóvenes con estudios inconclusos o insuficientes.
Según la organización Acción Ciudadana Frente a la Pobreza, este rezago tiene un efecto acumulativo a lo largo de la vida y genera obstáculos para acceder a empleos dignos.
Ocho de cada diez jóvenes que no estudian ni trabajan, así como el 79 % de quienes tienen empleos precarios, comparten una misma condición: carecen de estudios universitarios o arrastran rezago educativo.
En el encuentro participaron Emilia Ramírez, directora de la Red Global Jóvenes Oportunidad Ciudad de México (GOYN); Esteban Álvarez, coordinador de la Alianza Jóvenes con Trabajo Digno, y Ana Paulina González, especialista de Acción Ciudadana Frente a la Pobreza.
Los tres especialistas coincidieron en la urgencia de implementar políticas públicas que combatan la exclusión laboral juvenil y el abandono escolar, con la participación del sector privado y organizaciones civiles.
Ramírez expuso que en la Ciudad de México hay dos millones de jóvenes y un 77 % de ellos que trabajan lo hacen en condiciones precarias.
Además, casi dos tercios de los jóvenes no cuentan con estudios universitarios, lo que limita su acceso a empleos mejor pagados, subrayó la investigadora, que añadió que un 80 % de las vacantes que ofrecen más de 10.000 pesos (544 dólares) mensuales exigen al menos bachillerato concluido.
Entre las propuestas presentadas destacan fortalecer la educación técnica de nivel medio superior, impulsar un sistema nacional de cuidados que libere tiempo para las mujeres jóvenes y reformar el programa Jóvenes Construyendo el Futuro para asegurar capacitación efectiva y vinculación laboral.
Los expertos insistieron en que las autoridades federales y estatales deben actuar con urgencia para garantizar los derechos de la población joven y evitar que la pobreza y el rezago sigan reproduciéndose.
“Todas las personas jóvenes tienen derechos y promover su ejercicio requiere políticas efectivas y coordinación social”, concluyeron.